Con sesenta años, recién divorciado y recuperándose de una dura enfermedad, Nathan Glass se retira al barrio neoyorquino de Brooklyn, el lugar donde pasó su temprana infancia, en busca de un apacible retiro para los últimos años de su vida y sin más ocupación que la escritura de El libro del desvarío humano, un compendio de historias sorprendentes, de deslices y disparates. Glass pasa los días frecuentando el café Cosmic Diner, prendado de la camarera; conversando con su recién recobrado sobrino Tom y con el peculiar propietario de la librería donde este trabaja. El retiro que Nathan había planeado se transformará, poco a poco, en un reencuentro con la vida, un canto a la amistad y a la esperanza.